Foto por didesign en Envato
Los artículos, idealmente, no deben ser baratos en su calidad, pero sí en su precio. En el mundo de hoy, la mayoría de la gente quiere sacar el máximo provecho de su dinero y la gente toma acciones que lo prueban, muchísimas veces. Llámalo como quieras: ventas, cupones, descuentos, etc. Todos están diseñados para que el consumidor ahorre dinero porque las empresas saben que la gente quiere un buen negocio cuando se trata de algo que está directamente relacionado con el nivel de vida.
Prueba de esto es cuando se produce una gran venta anticipada, como por ejemplo durante el Viernes Negro, cuando la gente tomará medidas drásticas para obtener la mejor oferta por su dinero. Ellos esperarán en la fila desde el día anterior e incluso irán tan lejos como tener su cena de Acción de Gracias mientras espera en la fila de las tiendas minoristas más populares y grandes. Otra prueba son los cupones que vienen con el correo todos los días. Miles de libras de papel se utilizan diariamente para imprimir cupones e impulsar las ventas de artículos de varios negocios.
Las promociones son un truco de marketing que las empresas crean para que un consumidor se sume a declaraciones como el eslogan “comprar más, gastar menos” y compre más de sus productos. Pero la forma como esto realmente funciona es que cuando se compra un artículo, cada otro artículo consecutivo es más barato que la compra anterior. Sin embargo, si usted piensa en esto lógicamente, el consumidor está gastando mucho más dinero de lo que podría haber gastado originalmente si no hubiera habido promoción.
Otro truco de marketing de las empresas para que se compren sus productos es a través de cupones. Ya sean las que recibas en tu correo o de las que ponen en Internet, ambas te ofrecen un descuento o algún tipo de servicio siempre y cuando cumplas con las condiciones de lo que se requiere para que recibas ese descuento. Para las empresas sigue siendo rentable dar un descuento, pero ir a esa tienda para comprar un solo artículo es generalmente poco interesante, por lo que se buscará que el consumidor se sienta atraído a comprar más productos, llevando varios y gastando más, generándole la sensación de que valió la pena ir al almacén.
Un tercer truco de marketing que usan las empresas son los reembolsos. Dos de los tipos más comunes de reembolsos son el que se hace en la tienda y el reembolso por correo. El reembolso en la tienda se realiza generalmente dando al consumidor, anticipadamente, una cierta cantidad de crédito de la tienda, por lo que ese cliente compra el artículo a un precio reducido. Un reembolso por correo, por su parte, es en el que el consumidor compra el artículo a precio completo, pero envía por correo una copia del recibo, una copia del código de barras UPC y un formulario de reembolso con su información a la ubicación especifica proporcionada por la tienda, para recibir un cheque por la cantidad del reembolso.
En general, hay buenos tratos aparentes o reales, pero, lógicamente, están encaminados a lograr volúmenes de ventas más altos. No se puede olvidar que los negocios deben ser gana-gana, así que creer que las empresas pierden cuando gana el consumidor, es ingenuo. Es más fácil que pase lo contrario. Sin embargo, entender lo que hay detrás de las promociones, cupones y otras formas de aumentar el valor percibido que el cliente siente al comprar, le ayudará a no dejarse engañar por aparentes ofertas, sino a aprovechar bien las reales oportunidades de comprar a buenos precios.
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